Como consecuencia de sus diversas corrientes migratorias, en Misiones conviven una importante pluralidad de credos y formas de alimentar la vida espiritual. Este particular fenómeno permitió que la provincia hoy posea un circuito de turismo religioso cada vez más atractivo, con una gran cantidad de fiestas y templos característicos, sus numerosas reducciones jesuíticas, los recorridos de Semana Santa y el Parque de la Cruz en Santa Ana.